"LOS GATOS NOS SON PERROS PEQUEÑOS"

   En Malpica sabemos que los gatos no son perros pequeños, por eso los tratamos de una manera muy diferente. Cualquiera que haya estado en nuestras instalaciones, sabe que nos encantan los gatos y que nos formamos día a día para atenderlos en cuanto a sus estándares

En esta entrada, vamos a intentar daros unos consejos a todos esos cuidadores de gatos para que vuestra visita al veterinario sea los más agradable posible

   La visita al veterinario no empieza en la clínica. La visita al veterinario comienza desde casa, incluso diríamos, que la visita al veterinario comienza desde el momento en el que el cuidador pide cita para acudir a consulta.

Desde el momento en el que llamáis a la clínica, nuestro equipo formado por ATVs y Veterinarios os dará cita, sí, pero si vais a acudir con un gato a la consulta, os dará unas directrices para que vuestro gato venga lo más cómodo posible a la clínica. Además intentará tranquilizaros, ya que, como cuidadores, nos preocupamos enormemente por nuestros bigotudos y esa preocupación, ellos la notan, por lo que si nos ponemos nerviosos, ellos también lo estarán.

EL TRANSPORTIN

  El trasportín es una herramienta maravillosa para acudir a la clínica con tu gatete, pero no tiene que ser solamente para eso. El trasportín debería ser una parte más del "ajuar" del gato, no esa "jaula extraña" que solo sacamos para acudir al veterinario.

¿Y cómo conseguimos eso?

  Desde el momento que decidimos compartir nuestra vida con un gato, el trasportín tiene que ser un lugar seguro para él o ella. Para ello, os recomendamos que siempre lo tengáis al alcance del gato, no guardado en el armario ni en el desván hasta el día de la visita al veterinario.

En casa, podéis poner solamente la parte de abajo, con una mantita súper suave y rociar unas feromonas felinas. El gato, reconocerá que es un buen lugar para echarse unas buenas siestas, algo en lo que son expertos.

A medida que el gato use el trasportín de manera rutinaria, podemos ponerle (o no) la tapa para que se sienta más seguro, todo dependerá de la personalidad del gato.

  El trasportín ideal es aquel de material rígido y al que se le puede quitar la parte de arriba. Es un trasportín que a nosotros, los veterinarios, nos encanta ya que podemos retirar la parte de arriba y explorar al gato, sin que él o ella se sientan inseguro o atacado, ya que para ellos, el trasportín es un lugar familiar.

Después de todos los viajes, ya sea para ir al veterinario o no, hay que lavar bien el trasportín con un detergente enzimático (hay marcas famosas que lo tienen), secarlo y rociar feromonas. De esta forma, todas esas feromonas de alerta que nuestro bigotudo ha soltado, las eliminaremos y, la próxima vez que vayamos a usar el trasportín, no va a oler a "peligro". 

  A la hora de ir al veterinario, unos 15 minutos antes de colocar al gato en el trasportín, rociaremos el techo del mismo con feromonas felinas. Cuando haya pasado el tiempo, introduciremos al gato dentro y lo taparemos con una manta rociada con feromonas o con un cubretrasportines.

EN EL VETERINARIO

A la llegada a nuestras instalaciones, justo en el momento de pasar a recepción, la primera cosa que haremos será coger a vuestro bigotudo y llevárnoslo a un “lugar seguro”.

Nos lo llevaremos directamente a la consulta felina de nuestra clínica, allí tenemos un ambiente silencioso, apartado del bullicio de recepción, con un difusor de feromonas y además, antes de la entrada de cada gato, limpiamos con detergentes enzimáticos y rociamos feromonas en spray para que el gato se sienta lo más seguro posible.

¿Por qué hacemos todo esto?

  Nuestra clínica no es una clínica exclusiva para gatos, por ella pasan otros muchos animales. El hecho de trasladar directamente a tu gato a una zona diferente es para que la presencia de perros y sus olores, no ponga nervioso a tu bigotudo, y que luego, durante la consulta, vaya todo a pedir de boca.

   Durante la consulta, abriremos el trasportín para que vuestro bigotudo, salga a investigar si quiere y conocerlo un poco mejor. A algunos gatos les cuesta un poco más y otros en seguida comienzan a socializar. Mientras damos el tiempo adecuado a cada gato, hablaremos con vosotros, para que nos contéis todo lo que creáis que es necesario saber sobre lo que le pasa a vuestro gato.

  Lo que nos interesa es tomarnos el tiempo necesario para que vuestro gato “nos cuente todo” y de esta manera, dar lo antes posible con el problema de vuestro amigo y ponerle solución lo antes posible. Muchas veces para saber lo que tiene un animal, requiere que le realicemos pruebas, de las cuales, os avisaremos y contaremos en qué consisten y a qué nos van a ayudar.

VUELTA A CASA

  Una vez en casa, dejaremos que el gato salga solo del trasportín y que comience a sentirse otra vez seguro en su hogar.

El trasportín, como hemos mencionado anteriormente, lo limpiaremos con detergentes enzimáticos y lo dejaremos en casa con una mantita suave y con feromonas felinas. También podemos introducir algún juguete o incluso alguna chuche para que el gato encuentre algo positivo dentro.

  • Si habéis venido a la clínica a una revisión rutinaria para vacunación o desparasitación, después de la visita vigilaréis a vuestro gato por si veis algún comportamiento extraño, sino, haremos vida completamente normal.
  • Si habéis acudido a la consulta por un problema relacionado con vuestro gato y os hemos dado un tratamiento, lo ideal es que sigáis las instrucciones que os habremos proporcionado en la hoja de tratamiento, si tenéis cualquier pregunta, no dudéis en llamar (941 362109) o mandar un mail (cvmalpica@gmail.com) a la clínica para que nuestro equipo os lo solucione lo antes posible.

¿Y qué pasa con esos gatos que se ponen tan nerviosos que no se dejan manejar?

  Algunos gatos, debido a experiencias previas, o porque son más nerviosos de lo normal, no toleran que un extraño les maneje, muchas veces, debido a los altísimos niveles de estrés que están sufriendo en ese momento.

  Para esos gatos, a los que las feromonas no les hacen efecto, solemos usar medicamentos que ayudan al gato a relajarse antes de la visita. Suelen ser medicamentos EXTREMADAMENTE seguros, sino no los usaríamos. Todos estos medicamentos, además, tienen estudios y están recomendados por la Asociación Internacional de Medicina Felina (ISFM), la Asociación Americana de Medicina Felina (AAFP) y el Grupo de Estudio de Medina Felina de España (GEMFE).

  Si, aun así, el gato no se deja manejar, solemos usar sedaciones, completamente equilibradas y seguras, según la edad y patología del gato. De esta manera, podremos realizar un trabajo de calidad sin que el gato sufra un estrés innecesario, y llegar lo antes posible y de manera más certera a un diagnostico definitivo.